¿Vas a publicar una novela? Estos son los pasos que yo seguí para hacerlo

Dicen que, entre las cosas que se deben hacer al menos una vez en la vida, se encuentra el escribir un libro. Yo estoy bastante de acuerdo con esa apreciación y he tratado de llevarla a la realidad. Sí, la persona que firma estas líneas es un escritor. Por supuesto, no soy Ken Follett ni Mario Vargas Llosa, pero sí que tengo experiencia dentro de estas lides y lo cierto es que no me arrepiento en absoluto de haber dado rienda suelta a mi pluma en varias ocasiones.

Quiero aprovechar este artículo para contaros cómo es la experiencia de publicar el libro, no de escribirlo. Muchos autores y autoras escriben sus historias con la máxima de las ilusiones, pero luego se encuentran con una dura pared de ladrillo cuando llega la hora de distribuirlo a las editoriales para que se publique. Suele ser habitual esta situación cuando somos autores o autoras noveles, que no contamos con experiencia en esas latitudes. Pero está claro que hay que intentarlo. No podemos permitir que nuestras obras se queden encerradas en un cajón de por vida. Podrían ser verdaderas joyas que la sociedad no puede permitirse el lujo de perderse.

Antes de nada, me gustaría indicaros que estoy hablando de un negocio en el que existe muchísima competencia, quizá más de la que podría imaginarse en un principio. En una noticia publicada por el diario El País en su página web, se aporta una cifra que es muy significativa en este sentido. Y es que cada día se publican 250 libros en España. En total, son unas 92.000 las que se publican en el interior de nuestras fronteras a lo largo de un año natural. La competencia que eso supone es realmente espectacular y, para destacar, hay que hacer muchas cosas bien.

Esto hace que nuestro país sea de los diez países en los que más libros se publican a lo largo de un año. Así lo hacía saber una noticia publicada en el diario El Español. Es interesante el dato que se aporta sobre Estados Unidos y China, que aportan el 50% de los 1’6 millones de libros que se publican en el mundo a lo largo de un año. España, según los datos de los que disponía este medio, publicaba algo más de 73.000, lo que supone un 4’6% del total.

Hace falta hacer una pequeña matización antes de seguir y es que esos libros son los que se publican, no solo los que se escriben. Para que una editorial se decante por publicar un libro, este tiene que pasar una serie de filtros. Y eso no garantiza en absoluto que el libro se vaya a vender tanto como queremos. El mercado editorial no es precisamente un mercado que vaya a satisfacer a todas las personas que están dentro de él. Hace falta trabajar mucho y trabajar bien para tener cierto éxito. Y luego también es cierto que, como todo en esta vida, hace falta tener suerte.

Todas estas cosas de las que os estoy hablando las fui descubriendo a raíz de haber escrito mi primer libro y haber empezado a buscar editoriales para publicarlo. Soy un escritor al que le apasiona la Historia. Continuamente me estoy documentando acerca de un período histórico concreto e intento sacar jugo a los acontecimientos que se producen en él para elaborar una historia con la que el lector pueda disfrutar al máximo. Siempre he creído en mis posibilidades e incluso antes de que el libro fuera publicado ya sabía que lo que tenía entre manos era de calidad. No porque yo lo diga, sino porque, antes de mandar el manuscrito a las distintas editoriales, hay muchas personas que le han echado un vistazo y así me lo han indicado.

El caso es que, después de algunos rechazos por parte de editoriales de primer nivel, encontré la aceptación por parte de una editorial más humilde. El momento en el que recibí el correo electrónico que me confirmaba que querían publicar mi novela fue realmente emocionante para mí y para las personas de mi círculo más cercano. A partir de ese instante, eso sí, sabía que tenía por delante una ardua labor de promoción de la novela y de contacto continuo con la editorial para ultimar los detalles de la edición y la presentación de la misma.

He dado precisamente con uno de los actos que particularmente me generaban una mayor ilusión: la presentación en sociedad de mi obra. Como ya os he dicho, la editorial que apostó por la novela era de una naturaleza humilde, lo que me obligaba a pensar que la presentación de la misma no iba a asemejarse a la de los grandes escritores y escritoras de nuestro país, algo que por otra parte es completamente normal siendo este mi primer trabajo. Pero sí que es verdad que, en mi fuero interno, tenía la necesidad de convertir el acto en algo que llamara la atención de todas aquellas personas que se decidieran a venir a verlo.

Empecé a pensar en el discurso que iba a realizar y en aquello que iba a destacar en las entrevistas que me hicieran desde los medios de comunicación. Tenía bastante claro que este tipo de cuestiones no suponían un verdadero problema para mí porque, como ya he comentado anteriormente, pensaba de verdad que lo que tenía entre manos era una obra de calidad. Pero hay que tener en cuenta que todos los autores y autoras piensan lo mismo de las obras que han publicado. Necesitaba hacer algo diferente.

Se me encendió la bombilla al pensar en que podría organizar una especie de picoteo después del acto de presentación. Pensaba que podría ser buena noticia por dos motivos:

  • El primero de ellos tiene que ver con la imagen que le queda a todos los asistentes de un evento cuando después del mismo se les da de comer y de beber. Aunque la presentación no haya sido como la que ellos o ellas podrían haberse imaginado en un principio, salir de ella con la tripa llena y con un regusto agradable parece que puede cambiar su percepción.
  • Por otro lado, es en ese tipo de momentos y espacios donde se puede conocer a distintos críticos literarios o periodistas que van a poder formar parte indirectamente de la estrategia de promoción de la novela.

Creí necesario contratar un servicio de catering para llevar a cabo mi plan y hacer posible que todos los invitados e invitadas a la presentación de mi libro pudieran llevarse algo a la boca después del acto principal. Analicé distintas opciones y terminé decantándome por La Frolita puesto que uno de sus servicios se ajustaba a lo que a mí me parecía que iba a ser idóneo para un tipo de evento como este.

Hablemos de los resultados 

Cuando eres el protagonista de un evento de este calibre, necesitas algún tiempo para empezar a valorar cómo ha transcurrido ese acto de presentación. Tuve que esperar unos días hasta que en mi cabeza se empezó a amueblar de nuevo y ha proporcionarme un análisis más completo de cómo habían salido las cosas. La conclusión que extraigo es que acerté de pleno al organizar las cosas como, en efecto, lo hice. El feedback que he ido recibiendo de todas las personas que acudieron ha sido muy positivo y eso me alegra tanto como el haber podido escribir la novela de la que soy propietario.

La estrategia de promoción que hemos venido siguiendo tanto la editorial como yo mismo también ha tenido sus frutos. Estoy bastante satisfecho de las ventas que está teniendo la novela y del impacto que ha generado en el mercado editorial. Hay que ser realistas, como os decía en un principio. Esta novela no es un best seller porque yo no soy un autor que sea reconocido todavía. Pero sí que puede ser un buen punto de partida para lo que está por venir. Y es que, como seguro que ya os estaréis imaginando, no me voy a conformar con esto y voy a seguir escribiendo más novelas de aquí en adelante.

Imagino que, si habéis llegado hasta aquí, estaréis pensando en seguir un camino similar a que tomé yo. Os puedo decir que no me arrepiento de absolutamente nada y que voy a continuar con mi carrera como escritor con independencia de los resultados que eso tenga y del poco o mucho dinero que eso me proporcione. Para ello, es importante que continúes cuidando detalles como de los que os he ido hablando a lo largo de todos estos párrafos. Os animo a que pongáis el énfasis en esos detalles y que no dejéis nada al azar.

Si lo tenéis claro, dejad que os diga que empieza una de las etapas más emocionantes de vuestra vida. Os deseo toda la suerte del mundo, al igual que hubo muchas personas que me la desearon a mí cuando llegó mi momento. Entre los autores tenemos que ayudarnos y ese ha sido el propósito para haber escrito este artículo. ¡Espero haberos ayudado!

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