Llega el buen tiempo y nos apetece compartir veladas con nuestros amigos. La celebración de una fiesta es una buena opción. Te presentamos algunos consejos para hacer que tu próxima fiesta sea todo un éxito.
Para la noche de San Juan, en Barcelona es costumbre organizar fiestas de amigos en las casas. Es lo que llaman la Verbena de Sant Joan. Es cierto que algunos jóvenes se van a la playa y encienden hogueras sobre la arena, pero la alternativa más extendida es la de quedar en grupo en la casa de un amigo. Después de cenar algo ligero y comerse la Coca de Sant Joan, un postre de pastelería para compartir, los asistentes aguantan hasta las tantas escuchando música, hablando, bebiendo, bailando.
No necesitamos grandes escusas para organizar una fiesta. Basta con que tengamos una terraza grande o dispongamos de un chalet en el campo para que las fiestas salgan prácticamente solas.
Normalmente, las fiestas se consensúan. Hablas con tus amigos y les preguntas: ¿Qué te parece si este sábado quedemos en mi casa para montar una fiesta? Una vez se ha concretado la fecha y la hora, la siguiente fase es la convocatoria. El anuncio de la fiesta debe llegar a tantas personas como quieras invitar, procurando que confirmen con antelación su asistencia. Hay muchas cosas por hacer y no es lo mismo que acudan 5 a que se presenten 50.
Si es a ti a quien te ha toca el papel de anfitrión, estos son algunos consejos para hacer que tu fiesta sea inolvidable.
Cuida la decoración.
Parece una cosa trivial, pero no lo es. Es la primera impresión que damos a los invitados. Dependiendo de la decoración escogida anunciamos que va a ser una fiesta divertida o que va a ser un tostón. Un quiero y no puedo.
En las fiestas infantiles lo tenemos claro. Inflamos globos, colgamos guirnaldas de papel, ponemos platos y vasos de colores.
En las fiestas de adultos la decoración también es importante. En ellas el colorido adquiere el protagonismo, lo podemos comprobar en la web Carnaval y mucho más, una tienda online de disfraces y artículos de fiesta, que desde Sevilla distribuye productos de este tipo a toda España, y donde se aprecia cómo está de moda decorar las fiestas con guirnaldas, farolillos de papel, globos, confeti. Creando un ambiente especial, aunque no estemos ni en carnaval, ni en Nochevieja.
Una de las opciones que más movilizan a los invitados son las fiestas temáticas. Con ellas, los comprometemos para que participen en crear ambiente, vistiéndose de una determinada manera o llevando un complemento específico.
Podemos organizar, por ejemplo, una fiesta disco de los 70. Colgar bolas de discoteca en el techo, poner luces de neón y hacer que los invitados vengan vestidos como John Travolta en Fiebre del sábado noche. Seguro que alguno de ellos se compra una peluca a lo afro.
Puedes organizar una fiesta inspirada en los años 20, una fiesta hippy, una fiesta teletubbi, en la que cada uno venga vestido de un color. Las opciones son ilimitadas, basta con poner un poco de imaginación.
Cuida la música.
La música es un aspecto importante en cualquier fiesta. Es lo que puede marcar la diferencia entre que la gente se enrolle y se lo pase bien o se aburra soberanamente.
La mejor música es en directo. Hay pequeños grupos que se dedican a amenizar fiestas. Por ejemplo, existen conjuntos de mariachis a domicilio que hacen un show de 40 minutos o 1 hora y después se marchan. Su aparición inesperada levanta el ánimo a los asistentes.
Si queremos poner música durante toda la noche o no queremos gastarnos dinero en músicos profesionales, siempre podemos dedicarnos a pinchar música. Con un ordenador y un altavoz tenemos suficiente para animar una fiesta. Con aplicaciones como Spotify tenemos a nuestro alcance de toda la música que queramos.
Si vas a pinchar música es importante que pienses en tus invitados, no solo en tus gustos personales. Debes buscar una variedad de estilos que puedan agradar a todos. Alternándolos de manera que no parezca algo forzado. Debes crear momentos de clímax musical, en el que todos los presentes salgan a bailar y tararear a coro una canción. Combinado con otros momentos más relajados. El D-jai marca el ritmo de la fiesta. Esta no es una tarea sencilla. Debe saber leer el estado de los invitados y levantarles el ánimo cuando sea necesario. Hay Disc Jockeis profesionales que no saben hacerlo.
Por último, si tienes habilidades musicales, puedes sacar una guitarra y hacer que la gente se ponga a cantar contigo. Esta es una buena alternativa para poner colofón a una fiesta. Eso sí, funciona mejor al final, cuando se quedan los incondicionales. Cuando los asistentes ya han comido, han bebido y han bailado todo lo que les apetecía.
Que la comida no falte.
Cuando organizamos una fiesta pensamos en hacernos con una buena provisión de bebidas, pero la comida es aún más importante. Dejar una mesa en la que la gente pueda tomar un snack cuando la apetezca o comer un aperitivo de vez en cuando, les anima a seguir bailando, bebiendo, hablando o lo que estén haciendo.
Cuanto más elaborada esté la comida, más llama la atención y más lo agradece la gente. Eso de poner un plato con patatas chips o con aceitunas del supermercado queda un poco cutre. Si en lugar de eso pones tablas de queso, de embutido, bandejas de canapés y bocaditos de hojaldre rellenos, la gente lo va a disfrutar más.
El problema de la comida es que lleva tiempo y trabajo. Hay personas que disfrutan cocinando para los demás, pero en el caso de una fiesta, no deja de ser un poco estresante. Estás nervioso o nerviosa por tener todas las preparaciones a tiempo.
Una forma de solucionar este asunto es contratar un cáterin. Hay empresas de catering a domicilio que te llevan la comida y luego tú la pones donde quieras.
Programa actividades.
Mantener la atención de los invitados durante una fiesta más o menos larga, no es fácil. Para ello, el periódico El Nacional.cat nos propone recurrir a los juegos de mesa. Con este recurso se puede pasar una velada divertida. El mejor momento para sacar el tablero es el final de la sobremesa. Después de que la gente haya comido o cenado, se haya tomado el café y haya agotado la tertulia con la copa.
Uno de los juegos que no suelen fallar es el de las películas. Se forman parejas, que por turnos se comunican entre ellos mediante mímica. Tu compañero debe acertar el título de la película a la que te estás refiriendo.
Un juego parecido es el “Tabú”. El jugador que tiene el turno debe describir a los demás un objeto concreto sin utilizar determinadas palabras prohibidas. Si las menciona, queda eliminado. El resto de participantes deben acertar de qué se trata. Existen versiones a la venta de este juego, pero también puedes hacer tú mismo las tarjetas.
El “Beer Pong” es un juego en el que se forman dos equipos. En cada extremo de una mesa se colocan un conjunto de vasos con bebida. Por turnos, cada equipo tira una pelota de ping-pong que debe entrar dentro de un vaso del equipo contrario. Si lo consigue, el adversario se lo debe beber. Gana quien consigue eliminar los vasos del contrario. Algo que, dependiendo de tu contrincante, puede ser una derrota o una alegría.
En una fiesta, los juegos de mesa pueden adquirir la orientación que queramos darle. Desde la más inocente hasta la más picante. Un ejemplo de ello es el de “Verdad o Atrevimiento”, en el que los turnos se deciden haciendo girar una botella vacía.
Sorprende a tus invitados con un coctel de bienvenida.
Un detalle para organizar una fiesta única es agasajar a tus invitados con un coctel nada más llegar a la casa. Imagínate que cruzas el umbral de la puerta y te ponen en la mano una copa de Agua de Valencia. Una bebida refrescante que se elabora con zumo de naranja, ginebra, vodka y cava. Desde luego es una entrada que no vas a olvidar.
En la web Directo al Paladar nos presentan la receta de varios cocteles fáciles de preparar en casa. Algunos adecuados para la recepción y otros como un Bloody Mary o la Piña Colada, para ir tomándolos a lo largo de la noche.
Respecto a los primeros tenemos un coctel frutal de sidra y piña. En un bol grande mezclamos uvas negras y melocotón en almíbar troceado con abundante sidra achampañada, un chorro de tequila, otro de cointreau y unas cucharadas de azúcar de caña. Lo removemos bien y lo dejamos reposar en el frigorífico durante media hora. Después le añadimos hielo picado. Podemos servirlo con una jarra de agua en vasos con pajita.
Organizar una fiesta es algo particular. Cada anfitrión le da su toque personal. De todos modos, espero que con estos consejos te haya podido dar algunas ideas para que le saques todo el partido a esa fiesta tan especial que quieres celebrar.