¿Cuándo es necesario un psiquiatra forense?

psiquiatra forense

Cuando escuché por primera vez eso de psiquiatra forense, me sonó raro. Pensé en autopsias, en crímenes, en cadáveres… en lo típico. ¿Qué pintaba un psiquiatra en todo eso? No entendía cómo se mezclaban salud mental y la justicia.

Pero cuando te acercas un poco, te das cuenta de que su papel es mucho más humano —y más importante— de lo que parece. No se trata de resolver un crimen desde la morgue, sino de entender la mente de alguien en el momento justo en que todo se pone feo. Y eso, a veces, marca la diferencia entre que una persona sea culpable o no, entre que vuelve a ser libre o encerrarla, entre daño psicológico o un simple dolor emocional.

Hoy, quiero contarte todo lo que aprendí sobre este tema.

 

¿Qué hace exactamente un psiquiatra forense?

Un psiquiatra forense es un médico especializado en psiquiatría que trabaja en el ámbito legal. Es decir, combina conocimientos médicos y psicológicos con el sistema judicial. No se dedica a tratar a pacientes como lo haría un psiquiatra clínico común, sino que su tarea principal es evaluar a personas involucradas en procesos legales.

Eso significa que evalúa si una persona estaba en pleno uso de sus facultades mentales cuando cometió un delito, si es competente para enfrentarse a un juicio, o incluso si puede ser considerada responsable penalmente. También puede intervenir en casos civiles, como disputas por custodia de menores, procesos de incapacidad legal, evaluación de daño psicológico por accidentes o abusos, entre otros.

Su objetivo no es curar, es observar, analizar, emitir informes, y, a veces, testificar en tribunales. Todo esto desde un punto de vista objetivo, independiente y lo más imparcial posible.

 

¿Cuál es la diferencia con otros profesionales?

Una duda común que tuve al principio fue cómo se diferencia un psiquiatra forense de un psicólogo forense. La respuesta está en la formación y las capacidades de cada uno.

Un psiquiatra forense es, primero que nada, un médico. Eso significa que puede diagnosticar trastornos mentales y recetar medicamentos. Su formación médica le permite entender tanto lo físico como lo psicológico.

En cambio, un psicólogo forense no es médico, sino que se ha formado en psicología. Puede realizar evaluaciones, aplicar test psicológicos y aportar análisis muy valiosos, pero no puede recetar medicamentos ni diagnosticar desde una perspectiva médica.

Otra diferencia está en los contextos en los que trabajan. En muchos casos colaboran, pero en otros, solo se solicita la intervención del psiquiatra, sobre todo cuando hay dudas sobre enfermedades mentales graves como la esquizofrenia, trastornos con delirios o psicosis.

 

¿En qué situaciones se necesita un psiquiatra forense?

Aquí viene lo más interesante. El Dr. José A. Hernández Hernández, psiquiatra experto en diferentes ramas, entre ellas la forense, nos explica que “la intervención de un psiquiatra forense es necesaria en varios escenarios legales. No solo se le llama cuando alguien ha cometido un crimen violento. De hecho, muchas veces interviene en situaciones donde no hay delito alguno”.

Te explico algunos casos comunes:

 

  1. Determinación de imputabilidad penal

Cuando una persona comete un delito, el sistema judicial necesita saber si esa persona era consciente de lo que hacía y si podía controlar sus actos. Aquí es cuando el psiquiatra forense evalúa si el acusado sufría algún trastorno mental en el momento del crimen.

Por ejemplo, si alguien con esquizofrenia comete un acto violento durante un brote psicótico, es posible que no pueda ser considerado penalmente responsable de la misma manera que alguien sin problemas mentales.

 

  1. Valoración de capacidad para ser juzgado

No todo el mundo está en condiciones de enfrentarse a un proceso judicial. Una persona con deterioro cognitivo severo, por ejemplo, puede no comprender lo que está pasando, ni colaborar con su defensa. En esos casos, el psiquiatra forense evalúa si esa persona puede o no sentarse en el banquillo de los acusados.

 

  1. Casos de custodia de menores o conflictos familiares

En procesos de divorcio o disputas por la custodia de hijos, a veces se requiere evaluar la estabilidad mental de uno o ambos progenitores. El psiquiatra forense puede intervenir para determinar si alguno de los padres padece una enfermedad mental que pueda poner en riesgo el bienestar del menor, que es una de las prioridades del juez.

 

  1. Evaluación de daño psicológico

Cuando una persona sufre un accidente, un abuso, acoso laboral o cualquier situación traumática, puede reclamar una compensación por el daño psicológico sufrido. En estos casos, el psiquiatra forense evalúa si efectivamente hay un trastorno mental derivado de esa situación (como un trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad, etc.).

 

  1. Valoración de incapacidad legal

En algunos procesos civiles, como la administración de bienes de personas mayores o con enfermedades mentales crónicas, se puede requerir una valoración para determinar si esa persona está en condiciones de manejar su patrimonio o tomar decisiones legales por sí misma.

 

  1. Internamientos involuntarios

Cuando se plantea la posibilidad de ingresar a alguien contra su voluntad en un centro psiquiátrico, muchas veces se solicita la valoración de un psiquiatra forense. Debe determinar si existe un riesgo real para la persona o para los demás, y si ese internamiento está justificado legalmente.

 

¿Cómo es una evaluación forense?

Este punto también me llamaba mucho la atención. ¿Cómo evalúa un psiquiatra forense a una persona? ¿Qué preguntas hace? ¿Cómo determina si alguien dice la verdad?

Aunque cada caso es diferente, hay algunos pasos comunes:

  1. Entrevista clínica: El psiquiatra entrevista al sujeto, intentando obtener información sobre su historia personal, médica, familiar y legal. A veces también entrevista a familiares o revisa informes anteriores.
  2. Observación directa: Presta atención al comportamiento, el lenguaje, el estado de ánimo, la coherencia del discurso, la orientación temporal y espacial, etc.
  3. Aplicación de pruebas o tests: Aunque no siempre es obligatorio, a veces se utilizan herramientas estandarizadas para apoyar el diagnóstico.
  4. Revisión de documentación: Se revisan historiales médicos, informes psicológicos previos, sentencias judiciales, atestados policiales, entre otros documentos relevantes.
  5. Elaboración del informe pericial: Es un informe escrito en el que el psiquiatra expone sus conclusiones. Debe ser claro, argumentado y objetivo, porque puede ser utilizado en un juicio.
  6. Posible declaración en juicio: En algunos casos, el psiquiatra forense puede ser llamado a testificar en el juicio oral, para explicar sus conclusiones ante el juez, el fiscal, los abogados y, si corresponde, el jurado.

 

¿Qué características debe tener un buen psiquiatra forense?

Después de todo lo que he aprendido, creo que esta especialidad requiere un perfil muy concreto.

  • No solo hace falta saber de psiquiatría, también hay que tener un buen conocimiento del marco legal.
  • Además, hay que ser muy objetivo, algo que no siempre es fácil.
  • No debe dejarse influir por las emociones o por las opiniones personales.
  • Tampoco debe actuar como defensor de nadie. Su único compromiso es con la verdad y con el rigor profesional.
  • Además, debe ser capaz de comunicar bien sus conclusiones, tanto por escrito como oralmente, en un entorno como un tribunal, donde todo lo que diga puede ser cuestionado.
  • También hace falta tener cierta fortaleza emocional. Hay casos muy duros: abusos, asesinatos, trastornos graves… No todo el mundo está preparado para mirar de frente este tipo de realidades sin derrumbarse.

 

¿Es lo mismo que el criminólogo?

No, y eso también me confundió al principio. Un criminólogo estudia el delito como fenómeno social. Analiza por qué ocurre, cómo se puede prevenir, cómo funciona el sistema penal, etc. No necesariamente trabaja con personas concretas y no hace evaluaciones clínicas.

El psiquiatra forense, en cambio, sí trabaja con personas concretas, evaluando su estado mental en relación con un hecho legal específico.

El criminólogo aporta contexto; el psiquiatra forense, un diagnóstico y una valoración médica.

 

Casos reales donde fue clave un psiquiatra forense

Hay muchísimos casos conocidos donde la opinión de un psiquiatra forense ha sido clave. Por ejemplo, en juicios por asesinatos donde se alegó enajenación mental, o en disputas de custodia con denuncias cruzadas de inestabilidad psicológica.

Un ejemplo muy mediático fue el juicio de Anders Breivik, el autor del atentado en Noruega en 2011. En ese caso, distintos equipos de psiquiatras forenses llegaron a conclusiones opuestas sobre su salud mental, lo que generó un gran debate social y jurídico.

También en casos de violencia de género o abuso sexual infantil, la evaluación psiquiátrica forense puede ayudar a determinar la veracidad del testimonio o el impacto emocional que ha tenido la experiencia en la víctima.

 

Un psiquiatra forense es muy necesario

Lejos de la imagen del forense que analiza cadáveres, este profesional trabaja con personas vivas, pero en contextos donde la ley necesita respuestas claras sobre su salud mental.

Su labor no es fácil, ni siempre bien entendida. A veces recibe críticas, sobre todo cuando su opinión influye directamente en una sentencia o en la libertad de una persona. Pero su papel es fundamental para garantizar una justicia más justa, que tenga en cuenta no solo los hechos, sino también el estado mental de quienes los protagonizan.

Y sí, ahora sé que el psiquiatra forense no trabaja con muertos, pero muchas veces su evaluación puede cambiar la vida de los vivos. Cuando se trata de justicia, entender la mente humana es tan importante como entender los hechos.

Comparte el post:

Entradas relacionadas

Scroll al inicio